XXXV: Nuestro Vietnam:

Yo estaba en 5to grado -10 años por cumplir- y de buenas a primeras unas islas del sur resultaban muy importantes para todos. La soberanía no se negocia decían unas calcos que entregaban por ahí.
Las primeras noticias del gobierno resaltaban la excelente labor del desembarco. Y fue realmente espectacular- sin haber producido una baja en el pueblo de las islas y sólo un oficial argentino cayó en tiroteo.
La plaza de Mayo se llenó de gente, la revista escolar Anteojito sacó un album de figuritas con imágenes de las islas Malvinas, su historia, su flora y fauna, etc. Yo lo tenía porque Anteojito era mi revista infantil favorita. De repente había que aprenderse una nueva canción patria: La hermanita perdida, o algo así, y en verdad es linda la marcha a las Malvinas.
Recuerdo haber escrito en el colegio cartas a los soldados, también a Margareth Thatcher, la entonces primer ministro británica.
Recuerdo que muchas de esas cartas no llegaron a los soldados.
Recuerdo haber tenido simulacros de bombardeos en el colegio (te tiras debajo de los bancos, lejos de las ventanas, si estas en la calle buscas el vano de una puerta, etc.) los pasaban tambien en la tele. Uno en su inocencia quería ir a la guerra porque la guerra para los chicos estaba en las pelis de Sábado de superacción y siempre ganaban los buenos. Aunque hasta los chicos sabádos podían entender que Estados Unidos estaba con Inglaterra, y no se trataba de cowboys.
Pero la causa -para un chico- era buena. En la familia en cambio todos sufrían por si mandaban a tal primo o al otro a pelear.
Recuerdo seguir con atención los diarios y leer cuanto podía acerca de los aviones y lo barcos. La alegría vino cuando le dieron al portaaviones, la exhaltación del pucará como si fuera un F-14 -y en verdad hicieron magia con esos aviones- Después vino el Papa, y mi vieja llevándome primero al trabajo de ella en la avenida 9 de Julio para verlo pasar a cien metros. Después al Congreso Eucarísticoo de no se qué y en pleno Palermo buscando a Bochi, mi primo el cura entre la delegación.
Mas tarde mirando el diploma que le dieron por asistir con cara de asombro. Las radios no pasan mas musica en inglés. Lo cagan a pedos a Leon Gieco por cantar Solo le pido a Dios en tiempos de guerra. Recuerdo un programa de TV donde juntaban fondos para la guerra, y esa guita que nunca llegó, recuerdo el hundimiento del buque Belgrano con cientos de pibes a las profundidades heladas. Y la caida de las demás islas que no parecieron tan importantes pero era el comienzo del fín.
Y el fin que se vino silencioso, un fin de semana de silencio de radio y el lunes no hay mas Islas Malvinas. Unos manifestantes dieron vuelta el movil de ATC en la plaza, lo pusieron de cabeza por mentir al pueblo.
Una noche atronadora que trajo soldados escondidos en camiones, porque no podía haber perdedores.
Porque el triunfo aun estaba en boca de muchos y se las cerraron mal.
Una suerte de chicos de la guerra que había sido héroes una semana antes y ahora eran escondidos con verguenza. Años más tarde estuve con excombatientes haciendo un documental sobre ellos. Muchos se mataron después de volver, no encontraban trabajo, no tenían una buena pensión del gobierno, algunos habían perdido miembros, amigos, sueños, muchos se habían enlistado voluntariamente como si se tratara de una gesta sanmartiniana.
Y después las anécdotas, las frases hechas que hoy suenan nuevas porque el tiempo ha pasado y la memoria borra lo que duele. Que los chocolates no legaron a los soldados, que los vendían meses mas tarde en diversos kioscos, que algunos tenían todavía alguna carta escrita por chicos; que a los soldaditos los cagaban de hambre mientras Galtieri decía que iban a volver más gordos, que incluso alguno fue estacado por robar comida =en la peli "Los chicos de la guerra" se retrata esta historia-; que EE.UU. y Chile le daba apoyo logístico a Inglaterra; que un envío de armas en apoyo de URSS fue rechazado; que un envío de armas de Omar Kadafi llegó tarde; que la aviación argentina vivió un bautismo de fuego increíble y eso es cierto; que en verdad David no volteó a Goliat sino lo contrario, aunque lo del uso de las gomeras sí se parecía bastante a lo real; que los ingleses atacaban con pelotones de mercenarios -Gurkas- que cortaban las cabezas de quienes mataban y las lanzaban a los contrarios para amedrentarlos; anécdotas que se sumaban a lo loco; la llegada a casa de un soldado vivo que descubre que por error lo estaban velando a cajón cerrado y no saber quien es el otro; la anécdota que pinta a Astíz como quien se rindió en las Georgias sin tirar un tiro; la que pinta al General Menendez, Gobernador de las Islas recibiendo un revolver de parte de su par inglés para suicidarse si lo quiere, y el tipo le da las gracias y se lo guarda!!!
...las que pintan al General Rico ?sí el Rico de San Miguel-viviendo acciones heroicas durante la peor ofensiva inglesa, y dicen que es cierto nomás. Tengo un amigo que luego me enteré fue fuerza de comando en las islas y apenas cada tanto se te pone a contar algo.
No se, Malvinas era muy fuerte para un chico de 10 años que no entendía que si estábamos en guerra por qué no había tiros cerca. La distancia es a veces inentendible y las dimensiones no existen a cierta edad.
Y en verdad aunque estaban muy lejos, para toda mi generación son muy queridas esas islas sin muchas razones más que ese romanticismo pueril que nos regalaron de tan chicos. La desilusión de las islas y la caída del régimen nos despertó algo temprano tambien. Y tal vez los adultos de entonces corriendo con las casas de cambio, con el mundial no lleguen a sentirlo, de seguro que es difícil para los chicos de ahora sentir a las islas como propias.
Llamalo lavado de cabezas o primavera del espíritu pero cuando tenes una edad en que el mundo se divide en buenos y malos, es difícil no tomar partido y que eso te marque tan fuerte.

Buddy