XXVIII: Sobre "tus ropas caen lentamente, soy un espía un espectador":
(o el modo correcto de desvestirse de a dos)
Yo siempre empecé por la camisa y/o remera, pero sin pensar en mostrar los abdominales ni la espalda, solo por comodidad y porque hay que ir paso por paso.
Aunque por lo general, basta cruzar la puerta del cuarto o depto para que empiece una lucha libre de besos y manotazos (alguna vez anticipada en el ascensor, o en el auto), y las manos quiten corpiños y desabrochen cinturones mientras las bocas se entretienen. Una mano a la entrepierna de ella (si es dentro del pantalón o por debajo de la pollera) y la boca que se desliza por el cuello hacia la oreja, baja por el hombro lentamente, y se zambulle en el escote.
Para este momento ella me revuelve el cabello, quitando su mano de mi pantalón desabrochado, sabiendo que he ganado la zona baja. Su camisa se abre a mis labios, que con ayuda de la lengua bordean y levantan el corpiño suelto. Una recorrida por los pezones para testear la temperatura y sin quitar la mano de su entrepierna me arrodillo a recorrer la depresión del estómago. Con la base de la lengua rodeo su ombligo, dejo unas gotas de saliva que se deslizan hacia abajo anticipándome. Mis manos ayudan a quitarle la tanga, para este momento ya sobra, la acompañan hasta las rodillas donde pueden caer libres.
Ellas suelen apoyarse en una pared, sujetando mi cabeza mientras arrivo a sus templos de placer. Algunas veces logro llegar a la cama, con toda mi ropa puesta aunque desarreglada.
Sobre las corbatas: Por lo general me gusta que me desvistan, ellas comienzan primero por quitarme el pantalón, ninguna se detuvo antes en los zapatos, prenda poco erótica) o por soltarme la corbata (si se usa), o me gusta quitármela yo, sin deshacerla, para atar las manos de mi compañera de juegos.
Buddy
Yo siempre empecé por la camisa y/o remera, pero sin pensar en mostrar los abdominales ni la espalda, solo por comodidad y porque hay que ir paso por paso.
Aunque por lo general, basta cruzar la puerta del cuarto o depto para que empiece una lucha libre de besos y manotazos (alguna vez anticipada en el ascensor, o en el auto), y las manos quiten corpiños y desabrochen cinturones mientras las bocas se entretienen. Una mano a la entrepierna de ella (si es dentro del pantalón o por debajo de la pollera) y la boca que se desliza por el cuello hacia la oreja, baja por el hombro lentamente, y se zambulle en el escote.
Para este momento ella me revuelve el cabello, quitando su mano de mi pantalón desabrochado, sabiendo que he ganado la zona baja. Su camisa se abre a mis labios, que con ayuda de la lengua bordean y levantan el corpiño suelto. Una recorrida por los pezones para testear la temperatura y sin quitar la mano de su entrepierna me arrodillo a recorrer la depresión del estómago. Con la base de la lengua rodeo su ombligo, dejo unas gotas de saliva que se deslizan hacia abajo anticipándome. Mis manos ayudan a quitarle la tanga, para este momento ya sobra, la acompañan hasta las rodillas donde pueden caer libres.
Ellas suelen apoyarse en una pared, sujetando mi cabeza mientras arrivo a sus templos de placer. Algunas veces logro llegar a la cama, con toda mi ropa puesta aunque desarreglada.
Sobre las corbatas: Por lo general me gusta que me desvistan, ellas comienzan primero por quitarme el pantalón, ninguna se detuvo antes en los zapatos, prenda poco erótica) o por soltarme la corbata (si se usa), o me gusta quitármela yo, sin deshacerla, para atar las manos de mi compañera de juegos.
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