XVIII: Sobre los pétalos de amor que se desprenden de vos en mí, como una roja lluvia sin relámpagos

Releí un viejo mail y recordé esto que la otra noche recordámos juntos para risa de los dos:
(...) Te quiero tanto, no me preguntes más,
te quiero tanto que me despierto en tí cuando despiertas
y me transformo en luz cuando la luz llama a tu puerta.
Y en las mañanas asalto la blancura de tu cama,
y soy el negro brillo de tu pelo
que cae en la tibieza de tu espalda."
No sabes lo sonriente que me puso ese mail. Daban ganas de entrar en la ducha y bañarme de felicidad con esa simpleza con que el agua nos despierta. Siento que no hay nada más simple que el agua; que uno puede llamarla H2O y sin embargo no se complican tanto las cosas, sigue siendo agua y es lo mejor que puede sucedernos.
Siento que me preocupa qué estarás pensando ahora. Siento que te extraño
siento un dolor de espaldas que rompe cualquier intento de llegar a vos esta noche.
Siento ganas de darte un beso por esta y todas las demás.
Espero que no vuelvas a mandarme un mail como el de hoy, porque no lo esperaba y ahora cómo sacarte de mi cabeza?
Recordás cuando te escribí aquello sobre la palabra lluvia?
Y esto otro?
"Atrás tuyo está tu nuca y el tobogán de tu espalda, donde apreto los pies -como de pequeño para retardar la caía hacia el arenero de tu cintura. Allí armaría castillos y traería mis autitos a recorrerte. Luego dibujaría una rayuela entre tus pechos para alcanzar el cielo en tus labios".
Qué cursi suena todo cuando la simpleza de una ducha nos envuelve y con esa simpleza borra todo el sucio kistch.
Bueh, me estoy desmayando al ritmo de "As time goes by" por Rod Steward.
Un beso linda, que la estés pasando muy mejor, y que el sol te merezca.
No, muchos besos y ya sabés, envidio a tu sol.

Buddy
(Mañana te despierto otra vez)